Heredar una vivienda puede ser un quebradero de cabeza cuando descubres los gastos que tienes que pagar y las gestiones que tienes que realizar.
Por eso es muy importante que conozcamos qué pasos hay que seguir para no hacer más gestiones de las necesarias, no incurrir en gastos extra y no tener problemas a la hora de hacer la declaración de la renta.
En primer lugar asegúrate de disponer de la documentación que vas a necesitar para realizar las gestiones. Esta documentación incluye: el certificado de defunción y el de últimas voluntades de la persona fallecida, así como las escrituras de la vivienda que has heredado.
Si solo hay un heredero
Una vez que está hecho el inventario de bienes y deudas, debes realizar la instancia de heredero único bien a través de un abogado o un notario (el abogado suele ser más económico).
Posteriormente el notario redactará el documento de aceptación de la herencia y legitimará la firma.
Si hay más de un heredero
En este supuesto, se debe redactar y firmar ante notario una escritura de partición (o cuaderno particional) donde aparezcan los datos de todos los herederos, el inventario y la repartición de bienes que se estipule en el testamento.
En el caso de que un heredero no pueda acudir el día de la firma, se puede otorgar un poder a otra persona o heredero, para que acepte la herencia en su nombre.
Para comenzar con los trámites tienes que ser el propietario en el registro de la vivienda
Esto significa que tienes que figurar como propietario en el Registro de la Propiedad. Ser el heredero en un testamento no te convierte automáticamente en propietario de la vivienda. Para lograrlo deberás:
- Obtener el testamento, el certificado de defunción y el certificado de últimas voluntades de la persona que ha dejado la herencia.
- Aceptar la herencia ante un notario. Si eres el único heredero bastará con que firmes la llamada “instancia de aceptación”.
- Escritura pública. En caso de que haya múltiples herederos habrá que hacerlo mediante la escritura pública. La llamada escritura de aceptación de herencia y partición de bienes o escritura de adjudicación de herencia se firma también ante notario. Esta determina qué porcentaje de cada bien toca a cada uno de los herederos beneficiarios de la herencia.
- Pagar los impuestos correspondientes. Por un lado, el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, el cual se deberá pagar también si se hace una donación herencia entre hermanos de la vivienda; y, por otro lado, el Impuesto de Plusvalía de venta casa heredada. Ambos tienen que pagarse en los 6 meses posteriores al fallecimiento.
- Acudir al Registro de la Propiedad con toda esta documentación necesaria y hacer el cambio de nombre del propietario de la vivienda.
Pago del impuesto de sucesiones y donaciones
Tras aceptar la herencia, el siguiente trámite anterior a la venta de la propiedad, será calcular y pagar el impuesto de sucesiones y donaciones.
Ten presente que hay un plazo máximo para pagarlo o corres el riesgo de ser multado por Hacienda.
Ese plazo es de 6 meses desde el momento de la defunción, aunque según la comunidad autónoma, podrás pedir prórrogas hasta llegar al año, así como exenciones y bonificaciones.
Pagar la plusvalía municipal.
Normalmente, heredaremos una vivienda o inmueble con varios años de construcción.
La plusvalía municipal lo que hace es corregir el valor de la propiedad por el incremento que sufre desde que el fallecido la compró hasta que la hemos recibido en herencia.
Si el inmueble se vende pasado un año desde que se registró la vivienda a nombre del heredero, se volverá a generar la obligación de liquidar y pagar este impuesto municipal.
Por lo tanto, si se está interesado en vender un piso heredado es aconsejable que lo haga dentro del año posterior a la adjudicación e inscripción para evitar hacer frente a este pago nuevamente.
¿Se puede vender una parte de la vivienda a otro de los herederos?
Sí. De hecho, el titular puede decidir vender la parte de la vivienda a cualquiera que lo considere. Es habitual que estos movimientos se realicen entre herederos si hay buena sintonía, dado que, a la hora de llevar a cabo una transacción de ese calibre, lo normal es basarse en la confianza que se tiene en una persona conocida.
No obstante, no pueden producirse, en este contexto, coacciones ni presiones de ninguna clase para establecer una preferencia. El heredero que es el titular de la parte puesta a la venta tiene la potestad de elegir a quién se la vende.